Lo que tiene que hacer el Ejecutivo regional es investigar y aclarar los sobresueldos que ha cobrado el que fuera gerente del SERIS
El Gobierno de La Rioja continúa con su estrategia de destruir absolutamente todo y en su afán revanchista se lleva por delante a las empresas riojanas. Una vez más, el Ejecutivo de Capellán anuncia una auditoría externa, con el evidente coste económico que conlleva este procedimiento, para intentar sembrar dudas donde no hay absolutamente nada.
En esta actitud irresponsable, el Gobierno del PP está arrojando sospechas sobre el trabajo realizado por funcionarios a la hora de conseguir y gestionar la llegada de mascarillas en los momentos más críticos de la pandemia.
También, el Ejecutivo de Capellán están poniendo el foco de la duda en el tejido empresarial riojano y sus trabajadores, que fueron capaces de adaptar sus procesos e instalaciones para elaborar material sanitario en el momento más delicado del COVID, cuando el mercado estaba colapsado por la demanda y la escasez.
El PP no ayudó absolutamente en nada durante la pandemia. Es más, se dedicó a lanzar falsedades e incluso llegó a denunciar ante la Fiscalía de La Rioja la situación en los centros sociosanitarios de la comunidad, denuncia que fue archivada.
El anuncio de acudir ahora a una auditoría representa un burdo intento de desviar la atención sobre los sobresueldos que ha cobrado el que fuera hasta hace unos días gerente del SERIS. Jesús Álvarez ha percibido una media de casi 6.000 euros más al mes, cuando la normativa señala que no puede hacer actividad asistencial y extraordinaria que incremente sus retribuciones, que es, exactamente, lo que viene haciendo.
El PP está envuelto en una estrategia nacional de lanzar bulos y falsedades en todos los territorios, estrategia que únicamente busca tapar una ausencia total de propuestas y de proyecto de país.