El anuncio del consejero de Educación y Empleo, Alberto Galiana, de destinar 600.000 euros para ayudas al Bachillerato para centros concertados supone un nuevo golpe a la equidad en el sistema educativo de esta comunidad autónoma.
El Gobierno de Capellán ya venía dando señales preocupantes, como recuperar la zona única de escolarización para beneficiar a determinados centros concertados en detrimento de los centros educativos públicos, y estas señales se confirman hoy con un nuevo paso que nos hace retroceder hacia un modelo elitista y segregador.
Con estas decisiones del Gobierno de Capellán, algunos centros privados volverán a disfrutar de una doble condición; mantener el estatus y la autonomía de lo privado, vetando así la escolarización del alumnado en desventaja social y económica, a la vez que continúan manteniendo la seguridad de la financiación pública.
Ya el propio consejero Galiana hablaba hace unas semanas de que los grandes cambios se aplazaban al curso 2025/2026, momento en el que habrá que afrontar la renovación de los conciertos. La decisión de retomar el concierto con el bachillerato apunta claramente a qué modelo nos dirige el PP.
Estamos ante una medida que no beneficia ni a la calidad, ni al equilibrio del sistema educativo riojano. En primer lugar, porque se subvenciona un nivel educativo no obligatorio para el que existen plazas suficientes en los institutos públicos de Logroño y en el resto de localidades riojanas.
Y en segundo término, porque todo el dinero que se destina a este gasto innecesario, se detrae de la inversión en la educación pública, perjudicando así medidas tan necesarias como la construcción de nuevos centros educativos en la zona rural, o la creación de plazas públicas en el primer ciclo de educación infantil de 0 a 3 años, nivel que escolariza solamente al 50% del alumnado.