La decisión tomada con respecto al Impuesto de Sucesiones y Donaciones va a beneficiar exclusivamente a las rentas y patrimonios más altos de la Comunidad Autónoma
El Gobierno de La Rioja acaba de anunciar que “elimina el Impuesto de Sucesiones y Donaciones entre padres e hijos y cónyuges”. En primer lugar, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, es un Impuesto Estatal cedido a las Comunidades Autónomas y una Comunidad Autónoma no tiene competencia normativa para eliminarlo, puede bonificarlo, eso sí, siempre a través del parlamento.
En segundo lugar, el impuesto estaba ya bonificado al 99% para herencias y donaciones de padres a hijos o entre cónyuges de hasta los 400.000 euros por cada heredero. Lo que va a hacer el Gobierno de Capellán es extender esa bonificación del 50% actual, al 99% a aquellas personas que reciban herencias o donaciones que superen los 400.000 euros. Esta medida va a beneficiar directamente a los más ricos porque no hay muchos riojanos que reciban más de 400.000 euros de herencia. De hecho, en 2022 hubo 41 expedientes de 9.000 autoliquidaciones correspondientes a herencias y donaciones de padres a hijos. A esos va a beneficiar el PP, a una minoría privilegiada.
El Gobierno de Capellán anuncia un ahorro con esta decisión de 8,3 millones de euros. En realidad, lo que oculta el Ejecutivo regional es que con esta medida se producirá una merma en las arcas públicas que es el primer paso para acometer procesos de privatizaciones en los servicios públicos.
El Gobierno de La Rioja avanza, también, una “intensa agenda de reformas que aliviarán la carga fiscal a los riojanos esta legislatura”. El Ejecutivo regional no entiende que durante los últimos años hemos tenido un ecosistema fiscal justo y progresivo que, además, ha permitido colocar a La Rioja en una situación prácticamente de pleno empleo y con 1.000 millones de euros de inversión. Todo esto es lo que el PP puede poner en riesgo con rebajas de impuestos que, fundamentalmente, van a beneficiar a las rentas más altas.